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El Cupping y Los hematomas de Michael Phelps.

Qué es el Cupping o Ventosaterapia

Llegó Michael Phelps con esos hematomas circulares, ganó, y se armó el debate. Quizás si no hubiese ganado nada, nos habríamos encontrado con un chivo expiatorio, un culpable de su derrota; pero no, ganó. Con lo cual todos los que desconocían los entresijos del cupping o ventosaterapia, comenzaron a preguntarse si esto funciona, y si su fisioterapeuta lo hace; y los que venden cursos de esta técnica, aprovecharon la mega publicidad gratuita.

Mi intención en este post es aportar algo más de conocimiento con respecto a esta técnica perteneciente a la medicina tradicional china, y acercar lo que la evidencia científica existente nos refleja en cuanto a su efectividad. En definitiva, si realmente funciona, o si sólo es efecto placebo.

Historia

Comencemos por el principio. El cupping o ventosaterapia se utiliza desde hace miles de años en la medicina tradicional china, así como también aparecen registros en la medicina árabe o en la misma civilización egipcia aparece reflejado en sus jeroglíficos. Posteriormente se fue trasladando hacia la medicina occidental a través de dos célebres figuras de la salud como lo han sido Galeno e Hipócrates.

En qué consiste la Ventosaterapia o  Cupping

Básicamente, consiste en la aplicación de unas ventosas, que pueden estar hechas de varios tipos de materiales, entre ellas de bambú, de cristal, de pera de goma, de plástico, cerámica o arcilla. En la forma más habitual, estas ventosas reciben calor en su interior a través de la colocación de un algodón empapado en alcohol, el cual se enciende y produce un aumento de la temperatura de la ventosa, que al colocarse sobre la piel inicia la combustión del oxígeno y el consecuente efecto de vacío, succionando o traccionando la piel. Luego de aproximadamente unos diez minutos se retiran las ventosas, habiendo conseguido un cambio de coloración en la piel, originado por el incremento de sangre alojada en esa zona. Así es como se forma el hematoma circular.

Efectos que se le atribuyenCupping con ventosas de bambú

  • Alivio del dolor.
  • Aumento del flujo sanguíneo local y linfático.
  • liberación miofascial y relajante muscular.
  • depurativo (detox).
  • Antiinflamatorio.
  • disminución sintomática de alergias.
  • aumento del metabolismo celular local.
  • Activación del sistema inmune.

Qué nos dice la Evidencia acerca de su Efectividad

Si hacemos un repaso global de la evidencia presente, existen resultados de los más variopintos, teniéndolos a todos en cuenta. Sin embargo, lo que realmente corresponde es dejar de lado los resultados parcialistas o con intenciones tanto comerciales como peyorativos.

Por un lado encontramos una revisión sistemática (An Updated Review of the Efficacy  of Cupping Therapy) publicada en 2010 nos indica que podría haber un efecto potencial del cupping o ventosaterapia en el tratamiento del Herpes Zoster, acné, parálisis facial y espondilosis. Sin embargo, los estudios revisados son de baja calidad, y debería de seguir siendo estudiado con ensayos clínicos más rigurosos.

Por otra parte, en cuanto a su efectividad en el dolor, una revisión sistemática de siete estudios realizada en 2011 (Cupping for Treating Pain: A Systematic Review), arroja algunos resultados positivos en cuanto al manejo del dolor en patologías dolorosas como el dolor lumbar, la neuralgia del trigémino, situaciones dolorosas causadas por el cáncer, o en la braquialgia. Sin embargo, otros estudios no mostraron efectividad en el tratamiento del dolor por Herpes Zóster. La mayoría de estos estudios era de baja calidad, ya que no existen muchos estudios que relaciones el dolor con la ventosaterapia o cupping.

Otra revisión sistemática realizada en el año 2013 (Effectiveness of cupping therapy for low back pain: a systematic review) que se centra en el dolor lumbar evidencia la potencialidad de su efectividad, pero también es notoria la cantidad de variables que dificultan una lectura fiable de estos resultados. En definitiva, que se requieren estudios de mejor calidad.

Conclusiones

A pesar de las acusaciones de pseudociencia del uso de la ventosaterapia o cupping, nos encontramos con cierta evidencia, aunque de discutible calidad, de que podría tener cierto potencial en cuanto a su utilización. Es difícil poder determinarlo cuando no existe una cantidad importante de ensayos clínicos en la cual se puede realizar una selección de los que están bien diseñados y desarrollados, y de los que no tienen suficiente rigurosidad.

Un punto importante es que no se ha podido determinar ni separar de forma razonable el efecto placebo, del verdadero efecto de esta técnica. Por lo que, por el momento, es un punto que nos queda pendiente de aclarar.

Entre tanta controversia, lo que normalmente ocurre es que no decidimos recibir una técnica o no; como es común, nos entregamos con confianza al buen criterio del fisioterapeuta, hecho que ya de por sí, nos genera un efecto placebo de inicio.

No podemos aún tildar de magufería, como a viva voz claman en la nota de El País (Cuidado, Michael Phelps no es siempre un ejemplo a seguir). Si nos ceñimos al comentario de que no se ha prohibido aún porque no da ninguna ventaja, también nos tendríamos que plantear que la fisioterapia no da ninguna ventaja, y que por eso se permite. Debemos argumentar con argumentos, no con frases fuera de lugar.

Tampoco podemos aclamar los efectos beneficiosos, porque aún no son claros. Lo más importante que podemos hacer hoy, es pedir responsabilidad a quienes desarrollan los ensayos clínicos, así como también cordura y coherencia a los profesionales de la salud que la aplican, ya que como todas las cosas, lo que se hace mal, mal hace.

Y retomando nuevamente la anécdota de Michael Phelps, es evidente que sus oros no se deben a esta técnica, sino a las interminables horas que se pasa entrenando y trabajando dentro del agua. Si él cree que el cupping le hace bien, al menos ya tiene al efecto placebo de su lado.

A compartir y comentar.

Estés de acuerdo o en desacuerdo con este post, me gustaría llamarte a la acción y que me cuentes tanto tus conocimientos al respecto, como tu experiencia si has recibido tratamiento con esta técnica. No me vale el “a mi me funcionó”; cuéntame qué te ocurría, qué efecto hizo en tí, y cuántas sesiones fueron necesarias para conseguir el efecto deseado, si es que así fue.

Y antes de despedirme, te recuerdo que te suscribas para recibir los posts del blog directamente en tu cuenta de correo, o a través de redes sociales.

Abrazo de fisio; por ahora sin ventosas.

Publicado por Carlos

Padre de dos pequeños seres maravillosos. Fisioterapeuta especializado en Terapia Manual, enamorado del Método McKenzie. Enfermero durante más de 15 años, entregando el corazón y las manos en Palma de Mallorca.

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